Se sabe que si no podemos controlar las situaciones estresantes de la vida cotidiana puede contribuir al desarrollo de trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. Por eso, los expertos hacen hincapié en la importancia de adoptar un estilo de vida saludable y hábitos que ayuden a reducir el estrés. Entre ellos, hay varios estudios que afirman que una simple golosina (o no tanto en sus versiones sin azúcar) puede ayudar a controlarlo. Se trata del chicle. Una investigación recopiló y analizó toda una serie de trabajos que se han llevado a cabo para demostrar si mascar chicle ayuda o no a reducir el estrés. En este estudio, realizado mediante el procedimiento denominado metaanálisis, se concluyó que mascar chicle, algo tan sencillo y bien tolerado por el organismo, es un modo efectivo de reducir el estrés y la ansiedad. No obstante, también se indica que serán necesarios más estudios para su confirmación. Dentro de esta línea de investigación, el doctor Raafat W. Girgis, psiquiatra triplemente certificado en el Centro de Rehabilitación Moment of Clarity, afirmó en una nota a Wellandgood que el chicle puede hacer mucho más que enmascarar el mal aliento. Según el doctor Girgis, mascar chicle puede ayudar a disminuir la respuesta del sistema nervioso de lucha o huida y reducir la ansiedad. “En humanos, algunos estudios demuestran que masticar chicle durante la exposición al estrés disminuye los niveles de cortisol plasmático y salival y reduce el estrés mental”, afirmó un estudio llamado “La masticación como conducta para afrontar el estrés”. Pero ya hay varias investigaciones sobre la correlación entre lo que se come (o mastica) y su impacto en el sistema neurológico. Recientemente, la doctora Sasha Hamdani, psiquiatra especialista en trastorno por déficit de atención (TDAH), reveló que los alimentos picantes, crujientes y ácidos (lo que ella llama “bocadillos sensoriales“) pueden activar los receptores cerebrales y aumentar la concentración. Según el doctor Girgis, un estudio sobre el impacto de mascar chicle en los niveles de estrés demostró que la masticación aumenta los niveles de oxígeno en sangre en la corteza prefrontal, el “centro de la personalidad” (porque es donde se procesa la información momento a momento, se la compara con experiencias pasadas y luego se reacciona ante ellas) y el hipocampo (área del cerebro responsable del aprendizaje, la memoria y el manejo de las hormonas del estrés). Las investigaciones demostraron que la exposición al estrés crónico puede afectar las capacidades cognitivas prefrontales y alterar la estructura de las dendritas, las ramificaciones en forma de árbol que nacen del cuerpo de la neurona y son responsables de recibir y transportar señales en el cerebro. También el estrés puede afectar el hipocampo en el procesamiento de la información y la memoria según las investigaciones. Los estudios también han demostrado que masticar chicle produce el aumento del flujo sanguíneo cerebral lo que puede estimular la actividad cognitiva. Teniendo en cuenta todas estas investigaciones, el doctor Girgis señaló que mascar chicle es un método eficaz para recuperar la calma porque puede promover la reducción del estrés. “Hay muchos circuitos neuronales que conectan nuestros órganos masticatorios con el cerebro, y mascar chicle puede estimular la función de estas áreas”, dijo Girgis. De ahí que mascar chicle también pueda ayudar a reenfocar la atención, cuando los niveles de estrés o ansiedad están en su punto máximo. “Desviar la atención de cualquier cosa que pueda activar nuestro sistema nervioso de lucha o huida es algo bueno. Al masticar chicle, la atención se centra más en los aspectos físicos y menos en los mentales”, señaló el médico en Wellandgood.com. ¿Cómo lograr los efectos antiestrés del chicle? Hay estudios que indican que el sabor puede influir sobre los niveles de cortisol, la hormona del estrés, producida por las glándulas suprarrenales. Por su lado doctor Girgis comentó que cuando se trata de cuánto tiempo se debe mascar chicle recomendó unos 20 minutos aproximadamente. El médico señaló que masticar chicle antes de realizar una actividad que se sabe que estresa también puede ayudar a calmar los nervios. Si no es posible serenarse de esta manera, esta golosina de todas formas puede aportar otras ventajas, según las investigaciones: - Reduce el apetito y hace picotear menos. Concretamente, lo estudios indican que con 45 minutos mascando chicle se puede lograr este efecto. - Protege los dientes. Los chicles sin azúcar, y aquellos con xilitol como edulcorante, ejercen un efecto complementario al cepillado de dientes que reduce la inflamación de las encías, según un estudio. Sin embargo, es interesante destacar que otra investigación indica que mascar chicles de menta reduce las ganas de comer fruta, y esto, sin duda, afectaría a una buena alimentación ya que los vegetales son piezas muy ricas nutricionalmente. 
Si sientes estrés y ansiedad, prueba a desconectar con los hits más bailables de la década de los 80, pues una investigación ha descubierto que es efectivo para combatir la ansiedad. Blondie, Spandau Ballet o George Michael entre otros… Escucharlos puede reducir tu estado de ansiedad según reconoce un estudio realizado por una empresa de cirugía estética internacional en el que llegaron a la conclusión de que dicha música ochentera nos hace vivir con más calma interior y a su vez nos sirve para pasar los baches de la vida. La música es una fuente de felicidad, dentro de ella hay múltiples géneros y estilos que varían en torno a lo que queremos escuchar y su relación con nuestro estado de ánimo. La investigación concluyó que fueron las baladas pop de los años 80 l as que resultaron más relajantes para los oídos de los participantes. Tanto es así, que se percibió una disminución de la presión arterial entre el 96% de los voluntarios, así como un descenso de la frecuencia cardíaca en el 36%. Como muestra un botón, canciones como 'Call Me' de Blondie, 'It a Si', de los Pet Shop Boys, 'Freedom' de Wham! entre muchas otras. 'Los resultados pueden parecer muy sorprendentes, pero médicamente tienen mucho sentido', aseguran los autores en el estudio. 'Estos éxitos del pop afincados en la década de 1980 podrían inducir en las personas una especie de nostalgia positiva, y sus sonidos alegres y festivos podrían ayudar a la segregación de endorfinas y serotonina en el cerebro, lo que aumenta sus sentimientos de calma y felicidad'. ¿Qué género quedó en segundo lugar a la hora de reducir la ansiedad? Curiosamente el heavy metal, ya que el 89% de los encuestados reportaron una notable disminución de su presión arterial y un descenso en su frecuencia cardíaca (18%). En lo que se refiere a este estilo, los autores concluyeron que 'la música enfadada puede ayudar a los oyentes a procesar mejor sus sentimientos y, como resultado, conducirles a un mayor bienestar'. El estudio también reflejó que la música clásica, la cual a priori puede parecer la más relajante, no obtuvo buenos resultados, ya que no produjo cambios significativos en los índices de presión arterial y frecuencia cardíaca de los participantes. 
Se sabe que si no podemos controlar las situaciones estresantes de la vida cotidiana puede contribuir al desarrollo de trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. Por eso, los expertos hacen hincapié en la importancia de adoptar un estilo de vida saludable y hábitos que ayuden a reducir el estrés. Entre ellos, hay varios estudios que afirman que una simple golosina (o no tanto en sus versiones sin azúcar) puede ayudar a controlarlo. Se trata del chicle. Una investigación recopiló y analizó toda una serie de trabajos que se han llevado a cabo para demostrar si mascar chicle ayuda o no a reducir el estrés. En este estudio, realizado mediante el procedimiento denominado metaanálisis, se concluyó que mascar chicle, algo tan sencillo y bien tolerado por el organismo, es un modo efectivo de reducir el estrés y la ansiedad. No obstante, también se indica que serán necesarios más estudios para su confirmación. Dentro de esta línea de investigación, el doctor Raafat W. Girgis, psiquiatra triplemente certificado en el Centro de Rehabilitación Moment of Clarity, afirmó en una nota a Wellandgood que el chicle puede hacer mucho más que enmascarar el mal aliento. Según el doctor Girgis, mascar chicle puede ayudar a disminuir la respuesta del sistema nervioso de lucha o huida y reducir la ansiedad. “En humanos, algunos estudios demuestran que masticar chicle durante la exposición al estrés disminuye los niveles de cortisol plasmático y salival y reduce el estrés mental”, afirmó un estudio llamado “La masticación como conducta para afrontar el estrés”. Pero ya hay varias investigaciones sobre la correlación entre lo que se come (o mastica) y su impacto en el sistema neurológico. Recientemente, la doctora Sasha Hamdani, psiquiatra especialista en trastorno por déficit de atención (TDAH), reveló que los alimentos picantes, crujientes y ácidos (lo que ella llama “bocadillos sensoriales“) pueden activar los receptores cerebrales y aumentar la concentración. Según el doctor Girgis, un estudio sobre el impacto de mascar chicle en los niveles de estrés demostró que la masticación aumenta los niveles de oxígeno en sangre en la corteza prefrontal, el “centro de la personalidad” (porque es donde se procesa la información momento a momento, se la compara con experiencias pasadas y luego se reacciona ante ellas) y el hipocampo (área del cerebro responsable del aprendizaje, la memoria y el manejo de las hormonas del estrés). Las investigaciones demostraron que la exposición al estrés crónico puede afectar las capacidades cognitivas prefrontales y alterar la estructura de las dendritas, las ramificaciones en forma de árbol que nacen del cuerpo de la neurona y son responsables de recibir y transportar señales en el cerebro. También el estrés puede afectar el hipocampo en el procesamiento de la información y la memoria según las investigaciones. Los estudios también han demostrado que masticar chicle produce el aumento del flujo sanguíneo cerebral lo que puede estimular la actividad cognitiva. Teniendo en cuenta todas estas investigaciones, el doctor Girgis señaló que mascar chicle es un método eficaz para recuperar la calma porque puede promover la reducción del estrés. “Hay muchos circuitos neuronales que conectan nuestros órganos masticatorios con el cerebro, y mascar chicle puede estimular la función de estas áreas”, dijo Girgis. De ahí que mascar chicle también pueda ayudar a reenfocar la atención, cuando los niveles de estrés o ansiedad están en su punto máximo. “Desviar la atención de cualquier cosa que pueda activar nuestro sistema nervioso de lucha o huida es algo bueno. Al masticar chicle, la atención se centra más en los aspectos físicos y menos en los mentales”, señaló el médico en Wellandgood.com. ¿Cómo lograr los efectos antiestrés del chicle? Hay estudios que indican que el sabor puede influir sobre los niveles de cortisol, la hormona del estrés, producida por las glándulas suprarrenales. Por su lado doctor Girgis comentó que cuando se trata de cuánto tiempo se debe mascar chicle recomendó unos 20 minutos aproximadamente. El médico señaló que masticar chicle antes de realizar una actividad que se sabe que estresa también puede ayudar a calmar los nervios. Si no es posible serenarse de esta manera, esta golosina de todas formas puede aportar otras ventajas, según las investigaciones: - Reduce el apetito y hace picotear menos. Concretamente, lo estudios indican que con 45 minutos mascando chicle se puede lograr este efecto. - Protege los dientes. Los chicles sin azúcar, y aquellos con xilitol como edulcorante, ejercen un efecto complementario al cepillado de dientes que reduce la inflamación de las encías, según un estudio. Sin embargo, es interesante destacar que otra investigación indica que mascar chicles de menta reduce las ganas de comer fruta, y esto, sin duda, afectaría a una buena alimentación ya que los vegetales son piezas muy ricas nutricionalmente. 
Si sientes estrés y ansiedad, prueba a desconectar con los hits más bailables de la década de los 80, pues una investigación ha descubierto que es efectivo para combatir la ansiedad. Blondie, Spandau Ballet o George Michael entre otros… Escucharlos puede reducir tu estado de ansiedad según reconoce un estudio realizado por una empresa de cirugía estética internacional en el que llegaron a la conclusión de que dicha música ochentera nos hace vivir con más calma interior y a su vez nos sirve para pasar los baches de la vida. La música es una fuente de felicidad, dentro de ella hay múltiples géneros y estilos que varían en torno a lo que queremos escuchar y su relación con nuestro estado de ánimo. La investigación concluyó que fueron las baladas pop de los años 80 l as que resultaron más relajantes para los oídos de los participantes. Tanto es así, que se percibió una disminución de la presión arterial entre el 96% de los voluntarios, así como un descenso de la frecuencia cardíaca en el 36%. Como muestra un botón, canciones como 'Call Me' de Blondie, 'It a Si', de los Pet Shop Boys, 'Freedom' de Wham! entre muchas otras. 'Los resultados pueden parecer muy sorprendentes, pero médicamente tienen mucho sentido', aseguran los autores en el estudio. 'Estos éxitos del pop afincados en la década de 1980 podrían inducir en las personas una especie de nostalgia positiva, y sus sonidos alegres y festivos podrían ayudar a la segregación de endorfinas y serotonina en el cerebro, lo que aumenta sus sentimientos de calma y felicidad'. ¿Qué género quedó en segundo lugar a la hora de reducir la ansiedad? Curiosamente el heavy metal, ya que el 89% de los encuestados reportaron una notable disminución de su presión arterial y un descenso en su frecuencia cardíaca (18%). En lo que se refiere a este estilo, los autores concluyeron que 'la música enfadada puede ayudar a los oyentes a procesar mejor sus sentimientos y, como resultado, conducirles a un mayor bienestar'. El estudio también reflejó que la música clásica, la cual a priori puede parecer la más relajante, no obtuvo buenos resultados, ya que no produjo cambios significativos en los índices de presión arterial y frecuencia cardíaca de los participantes.