En la región de Aysén, se llevó a cabo la formalización de una mujer acusada de inducir un aborto a su hija menor de edad, de 16 años, en la ciudad de Coyhaique. Según el Ministerio Público, el domingo 29 de noviembre, alrededor de las 22:00 horas, la mujer suministró a la adolescente comprimidos de Misoprostol —sustancia utilizada para provocar abortos— haciéndole creer que eran vitaminas. De acuerdo a lo informado por Página 7, horas después, durante la madrugada del 30 de noviembre, la madre habría intentado que la joven ingiriera más pastillas. La adolescente tomó solo una dosis, comenzó a sentirse mal y solicitó ayuda fuera de la casa. Producto de la ingesta, se produjo la interrupción del embarazo y la muerte del feto, confirmó personal médico del Hospital Regional de Coyhaique. La joven permanece hospitalizada, aunque en buen estado de salud. Ante estos hechos, efectivos de Carabineros detuvieron a la madre y la fiscalía la formalizó por el delito consumado de “inducción de aborto”. En la audiencia realizada el 1 de diciembre de 2025, el Juzgado de Garantía de Coyhaique impuso a la imputada medidas cautelares consistentes en arresto domiciliario total y prohibición de acercarse a la menor. Además, remitió los antecedentes al tribunal de familia para que se analicen las medidas de protección para la joven. El plazo de investigación quedó fijado en 75 días. Fuente: Publimetro
El contacto piel con piel con una madre nada más nacer es el mejor comienzo que una guagua puede tener en la vida, según la evidencia científica existente, que apunta a este gesto sencillo (y gratuito) como una gran estrategia terapéutica, ya que mejora la salud en aspectos clave. La revista Cochrane, que analiza el estado de la ciencia en diferentes materias para fundamentar la toma de decisiones sanitarias, llevó a cabo una actualización del conocimiento en lo que se refiere a este contactopiel con piel. La última revisión tuvo lugar en 2016 y sirvió de base para elaborar 20 directrices internacionales, incluida una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde entonces se han hecho 26 nuevos estudios, lo que eleva el total a 69 ensayos con más de 7.000 parejas de madres e hijos, la mayoría de ellos realizados en países desarrollados. Mejora la lactancia. El contacto piel con piel consiste en colocar al recién nacido desnudo sobre el pecho descubierto de su madre inmediatamente después del nacimiento, y mantenerlo así durante al menos una hora. Según los estudios existentes, esta sencilla práctica ayuda a las guaguas a adaptarse mejor y más rápido a la vida fuera del útero. Las mantiene calientes y con buenos niveles de azúcar en sangre, les reduce el estrés y el llanto, y favorece funciones vitales como la respiración y la frecuencia cardíaca. Los resultados muestran que las madres que tienen contacto piel con piel son más propensas a amamantar exclusivamente durante los primeros seis meses de vida del niño. Según los estudios existentes, alrededor del 75% de las guaguas que recibieron contacto piel con piel temprano eran amamantados exclusivamente al mes de edad, en comparación con el 55% de los pequeños de los grupos que no tuvieron esa experiencia. Además, aunque ninguno de los estudios revisados se centraron exclusivamente en la supervivencia, hay investigaciones en países en desarrollo, como India, que han demostrado que el contacto piel con piel puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en las guaguas con bajo peso al nacer. La norma de atención sanitaria Los resultados indican que hay pruebas suficientes para que el contacto piel con piel inmediato después del nacimiento debe ser la norma de atención sanitaria a nivel mundial, subrayan los autores de la revisión. De hecho van más allá y llegan a sostener que dado el consenso existente en la materia, separar a una guagua de su madre nada más nacer sin causa justificada no es ético. Históricamente, las guaguas han sido separadas de sus madres inmediatamente después del nacimiento para procedimientos rutinarios como el examen físico, el pesaje y el baño, lo que impide el contacto piel con piel inmediato, afirma una de las autoras, Elizabeth Moore, investigadora de enfermería de la Universidad estadounidense de Vanderbilt. Negar el contacto piel con piel no debería ser ético a partir de ahora, ya que hay pruebas suficientes que demuestran que esta práctica mejora la salud y la supervivencia de los recién nacidos, afirma otra de las autoras, la investigadora del proyecto estadounidense Niños Sanos, Karin Cadwell. Aunque algunas de las investigaciones revisadas han apuntado a que el contacto piel con piel también es buena para la madre, la evidencia de su beneficio para la salud no es tan clara como en el caso de recién nacidos.
En la región de Aysén, se llevó a cabo la formalización de una mujer acusada de inducir un aborto a su hija menor de edad, de 16 años, en la ciudad de Coyhaique. Según el Ministerio Público, el domingo 29 de noviembre, alrededor de las 22:00 horas, la mujer suministró a la adolescente comprimidos de Misoprostol —sustancia utilizada para provocar abortos— haciéndole creer que eran vitaminas. De acuerdo a lo informado por Página 7, horas después, durante la madrugada del 30 de noviembre, la madre habría intentado que la joven ingiriera más pastillas. La adolescente tomó solo una dosis, comenzó a sentirse mal y solicitó ayuda fuera de la casa. Producto de la ingesta, se produjo la interrupción del embarazo y la muerte del feto, confirmó personal médico del Hospital Regional de Coyhaique. La joven permanece hospitalizada, aunque en buen estado de salud. Ante estos hechos, efectivos de Carabineros detuvieron a la madre y la fiscalía la formalizó por el delito consumado de “inducción de aborto”. En la audiencia realizada el 1 de diciembre de 2025, el Juzgado de Garantía de Coyhaique impuso a la imputada medidas cautelares consistentes en arresto domiciliario total y prohibición de acercarse a la menor. Además, remitió los antecedentes al tribunal de familia para que se analicen las medidas de protección para la joven. El plazo de investigación quedó fijado en 75 días. Fuente: Publimetro
El contacto piel con piel con una madre nada más nacer es el mejor comienzo que una guagua puede tener en la vida, según la evidencia científica existente, que apunta a este gesto sencillo (y gratuito) como una gran estrategia terapéutica, ya que mejora la salud en aspectos clave. La revista Cochrane, que analiza el estado de la ciencia en diferentes materias para fundamentar la toma de decisiones sanitarias, llevó a cabo una actualización del conocimiento en lo que se refiere a este contactopiel con piel. La última revisión tuvo lugar en 2016 y sirvió de base para elaborar 20 directrices internacionales, incluida una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde entonces se han hecho 26 nuevos estudios, lo que eleva el total a 69 ensayos con más de 7.000 parejas de madres e hijos, la mayoría de ellos realizados en países desarrollados. Mejora la lactancia. El contacto piel con piel consiste en colocar al recién nacido desnudo sobre el pecho descubierto de su madre inmediatamente después del nacimiento, y mantenerlo así durante al menos una hora. Según los estudios existentes, esta sencilla práctica ayuda a las guaguas a adaptarse mejor y más rápido a la vida fuera del útero. Las mantiene calientes y con buenos niveles de azúcar en sangre, les reduce el estrés y el llanto, y favorece funciones vitales como la respiración y la frecuencia cardíaca. Los resultados muestran que las madres que tienen contacto piel con piel son más propensas a amamantar exclusivamente durante los primeros seis meses de vida del niño. Según los estudios existentes, alrededor del 75% de las guaguas que recibieron contacto piel con piel temprano eran amamantados exclusivamente al mes de edad, en comparación con el 55% de los pequeños de los grupos que no tuvieron esa experiencia. Además, aunque ninguno de los estudios revisados se centraron exclusivamente en la supervivencia, hay investigaciones en países en desarrollo, como India, que han demostrado que el contacto piel con piel puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en las guaguas con bajo peso al nacer. La norma de atención sanitaria Los resultados indican que hay pruebas suficientes para que el contacto piel con piel inmediato después del nacimiento debe ser la norma de atención sanitaria a nivel mundial, subrayan los autores de la revisión. De hecho van más allá y llegan a sostener que dado el consenso existente en la materia, separar a una guagua de su madre nada más nacer sin causa justificada no es ético. Históricamente, las guaguas han sido separadas de sus madres inmediatamente después del nacimiento para procedimientos rutinarios como el examen físico, el pesaje y el baño, lo que impide el contacto piel con piel inmediato, afirma una de las autoras, Elizabeth Moore, investigadora de enfermería de la Universidad estadounidense de Vanderbilt. Negar el contacto piel con piel no debería ser ético a partir de ahora, ya que hay pruebas suficientes que demuestran que esta práctica mejora la salud y la supervivencia de los recién nacidos, afirma otra de las autoras, la investigadora del proyecto estadounidense Niños Sanos, Karin Cadwell. Aunque algunas de las investigaciones revisadas han apuntado a que el contacto piel con piel también es buena para la madre, la evidencia de su beneficio para la salud no es tan clara como en el caso de recién nacidos.