Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han llevado a cabo ataques contra tres embarcaciones sospechosas de contrabandear drogas en el Pacífico, resultando en la muerte de ocho personas. Estos eventos han generado un intenso escrutinio sobre la estrategia militar del gobierno del presidente Donald Trump en la lucha contra el narcotráfico. De acuerdo con un comunicado del Comando Sur de Estados Unidos difundido en redes sociales, los ataques estaban dirigidos a organizaciones terroristas designadas. En total, hubo tres fallecidos en la primera embarcación, dos en la segunda y tres en la tercera. A pesar de que el comunicado no presentó pruebas concretas de actividades ilícitas, se compartió un video que muestra una de las embarcaciones antes de explotar. Trump ha defendido estas acciones como necesarias para detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos, argumentando que el país está inmerso en un conflicto armado contra los cárteles del narcotráfico. Sin embargo, la Casa Blanca enfrenta críticas cada vez más fuertes por parte de legisladores debido a las consecuencias mortales de esta campaña, que ha cobrado al menos 95 vidas en 25 ataques documentados desde principios de septiembre, incluyendo incidentes donde sobrevivientes perdieron la vida tras los impactos iniciales. Estos recientes acontecimientos ocurren justo antes de sesiones informativas programadas en el Capitolio para todos los miembros del Congreso, lo que ha aumentado las interrogantes sobre la estrategia militar del gobierno. Se espera que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el secretario de Estado, Marco Rubio, y otros altos funcionarios brinden información detallada a puerta cerrada a los legisladores. La presión sobre Nicolás Maduro se ha intensificado como resultado de esta campaña, ya que Estados Unidos lo acusa de narcoterrorismo. La semana pasada, las fuerzas estadounidenses confiscaron un buque petrolero sancionado por presunto contrabando de crudo ilegal. Maduro ha afirmado que el verdadero propósito detrás de estas operaciones militares es obligarlo a renunciar a su cargo. En medio de este panorama tenso, las Fuerzas Armadas estadounidenses han aumentado su presencia en la región a niveles no vistos en décadas. Trump ha insinuado la posibilidad de futuros ataques terrestres, aunque no ha proporcionado detalles sobre posibles ubicaciones. Fuente: Publimetro
Estados Unidos envió un portaviones a las aguas frente a Sudamérica, en la más reciente escalada y aumento de la presencia de sus fuerzas militares en la región, según anunció el Pentágono este viernes en la tarde. La decisión se produce menos de 24 horas después de que las fuerzas militares estadounidenses atacaran una nueva lancha en el Mar Caribe, matando a seis personas. El USS Gerald R. Ford, que tiene cinco destructores en su grupo de ataque, está desplegado actualmente en el mar Mediterráneo. Una persona familiarizada con la operación dijo a The Associated Press que uno de esos destructores está en el mar Arábigo y otro en el mar Rojo. En el momento del anuncio, el portaviones estaba en un puerto de Croacia, en el mar Adriático. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó el despliegue del USS Gerald R. Ford y su grupo de ataque en el Comando Sur para “reforzar la capacidad para detectar, monitorear y obstaculizar a actores y actividades ilícitas que ponen en riesgo la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos”, dijo el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, en una publicación en redes sociales. El despliegue de un portaviones es una gran escalada de poder militar en una región donde ya se ha producido un aumento inusualmente grande de la presencia militar estadounidense en el mar Caribe y las aguas frente a Venezuela. La noche del jueves, las fuerzas armadas de Estados Unidos realizaron el 10° ataque contra una embarcación sospechosa de transportar drogas, matando a seis personas y elevando el número de muertos de la campaña, que comenzó a principios de septiembre, al menos a 43 personas. Hegseth afirmó que la embarcación atacada durante la noche era operada por la banda Tren de Aragua. Fue la segunda vez que el gobierno del presidente Donald Trump vincula una de sus operaciones con la banda, que se originó en una prisión venezolana. El ritmo de los ataques se ha acelerado en los últimos días, pasando de uno en varios días cuando comenzaron, a tres en esta semana. Dos de los ataques más recientes también se llevaron a cabo en el Pacífico oriental, ampliando el área en que el Ejército estaba dispuesto a realizarlos y pasando a la zona donde se contrabandea gran parte de la cocaína de los principales productores del mundo. El gobierno de Trump designó como organización terrorista extranjera al Tren de Aragua, a la que culpa de ser el origen de la violencia y el tráfico de drogas que azota a varias ciudades. Sin mencionar el origen de las embarcaciones, el gobierno republicano afirma que al menos cuatro de los botes atacados provenían de Venezuela. Los ataques y un aumento inusualmente grande de la presencia militar estadounidense en el Caribe y en las aguas frente a Venezuela han aumentado las especulaciones de que el gobierno podría tratar de derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro, que enfrenta cargos de narcoterrorismo en Estados Unidos. En su acción más reciente, el Ejército de Estados Unidos voló un par de bombarderos pesados supersónicos hasta la costa de Venezuela el jueves. Fuente: Publimetro
Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han llevado a cabo ataques contra tres embarcaciones sospechosas de contrabandear drogas en el Pacífico, resultando en la muerte de ocho personas. Estos eventos han generado un intenso escrutinio sobre la estrategia militar del gobierno del presidente Donald Trump en la lucha contra el narcotráfico. De acuerdo con un comunicado del Comando Sur de Estados Unidos difundido en redes sociales, los ataques estaban dirigidos a organizaciones terroristas designadas. En total, hubo tres fallecidos en la primera embarcación, dos en la segunda y tres en la tercera. A pesar de que el comunicado no presentó pruebas concretas de actividades ilícitas, se compartió un video que muestra una de las embarcaciones antes de explotar. Trump ha defendido estas acciones como necesarias para detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos, argumentando que el país está inmerso en un conflicto armado contra los cárteles del narcotráfico. Sin embargo, la Casa Blanca enfrenta críticas cada vez más fuertes por parte de legisladores debido a las consecuencias mortales de esta campaña, que ha cobrado al menos 95 vidas en 25 ataques documentados desde principios de septiembre, incluyendo incidentes donde sobrevivientes perdieron la vida tras los impactos iniciales. Estos recientes acontecimientos ocurren justo antes de sesiones informativas programadas en el Capitolio para todos los miembros del Congreso, lo que ha aumentado las interrogantes sobre la estrategia militar del gobierno. Se espera que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el secretario de Estado, Marco Rubio, y otros altos funcionarios brinden información detallada a puerta cerrada a los legisladores. La presión sobre Nicolás Maduro se ha intensificado como resultado de esta campaña, ya que Estados Unidos lo acusa de narcoterrorismo. La semana pasada, las fuerzas estadounidenses confiscaron un buque petrolero sancionado por presunto contrabando de crudo ilegal. Maduro ha afirmado que el verdadero propósito detrás de estas operaciones militares es obligarlo a renunciar a su cargo. En medio de este panorama tenso, las Fuerzas Armadas estadounidenses han aumentado su presencia en la región a niveles no vistos en décadas. Trump ha insinuado la posibilidad de futuros ataques terrestres, aunque no ha proporcionado detalles sobre posibles ubicaciones. Fuente: Publimetro
Estados Unidos envió un portaviones a las aguas frente a Sudamérica, en la más reciente escalada y aumento de la presencia de sus fuerzas militares en la región, según anunció el Pentágono este viernes en la tarde. La decisión se produce menos de 24 horas después de que las fuerzas militares estadounidenses atacaran una nueva lancha en el Mar Caribe, matando a seis personas. El USS Gerald R. Ford, que tiene cinco destructores en su grupo de ataque, está desplegado actualmente en el mar Mediterráneo. Una persona familiarizada con la operación dijo a The Associated Press que uno de esos destructores está en el mar Arábigo y otro en el mar Rojo. En el momento del anuncio, el portaviones estaba en un puerto de Croacia, en el mar Adriático. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó el despliegue del USS Gerald R. Ford y su grupo de ataque en el Comando Sur para “reforzar la capacidad para detectar, monitorear y obstaculizar a actores y actividades ilícitas que ponen en riesgo la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos”, dijo el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, en una publicación en redes sociales. El despliegue de un portaviones es una gran escalada de poder militar en una región donde ya se ha producido un aumento inusualmente grande de la presencia militar estadounidense en el mar Caribe y las aguas frente a Venezuela. La noche del jueves, las fuerzas armadas de Estados Unidos realizaron el 10° ataque contra una embarcación sospechosa de transportar drogas, matando a seis personas y elevando el número de muertos de la campaña, que comenzó a principios de septiembre, al menos a 43 personas. Hegseth afirmó que la embarcación atacada durante la noche era operada por la banda Tren de Aragua. Fue la segunda vez que el gobierno del presidente Donald Trump vincula una de sus operaciones con la banda, que se originó en una prisión venezolana. El ritmo de los ataques se ha acelerado en los últimos días, pasando de uno en varios días cuando comenzaron, a tres en esta semana. Dos de los ataques más recientes también se llevaron a cabo en el Pacífico oriental, ampliando el área en que el Ejército estaba dispuesto a realizarlos y pasando a la zona donde se contrabandea gran parte de la cocaína de los principales productores del mundo. El gobierno de Trump designó como organización terrorista extranjera al Tren de Aragua, a la que culpa de ser el origen de la violencia y el tráfico de drogas que azota a varias ciudades. Sin mencionar el origen de las embarcaciones, el gobierno republicano afirma que al menos cuatro de los botes atacados provenían de Venezuela. Los ataques y un aumento inusualmente grande de la presencia militar estadounidense en el Caribe y en las aguas frente a Venezuela han aumentado las especulaciones de que el gobierno podría tratar de derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro, que enfrenta cargos de narcoterrorismo en Estados Unidos. En su acción más reciente, el Ejército de Estados Unidos voló un par de bombarderos pesados supersónicos hasta la costa de Venezuela el jueves. Fuente: Publimetro