Una frase sencilla que contiene todas las letras del abecedario — “The quick brown fox jumps over the lazy dog” El rápido zorro marrón salta sobre el perro perezoso — se ha convertido en la clave de una herramienta innovadora para detectar el Parkinson. El estudio, publicado en npj Parkinson’s Disease (2025), propone una forma sencilla y accesible de identificar esta enfermedad a partir del análisis de voz. Solo haría falta una grabación casera pronunciando esa frase. Lo más sorprendente es que esta frase breve puede encerrar pistas suficientes sobre cambios sutiles en el habla provocados por el Parkinson. La tecnología detrás del sistema analiza cómo se emite el sonido, los cambios de ritmo, la articulación y hasta las pausas. Según los autores, estos patrones revelan alteraciones neurológicas difíciles de percibir incluso para los médicos en etapas tempranas. La herramienta podría usarse desde casa con solo un portátil y una conexión a internet, algo especialmente relevante para quienes viven en zonas con pocos neurólogos. Por ejemplo, los autores mencionan que en países como Bangladesh hay menos de un especialista por cada millón de habitantes. «Hay grandes franjas de los Estados Unidos y en todo el mundo donde el acceso a la atención neurológica especializada es limitado», dijo Ehsan Hoque, profesor del Departamento de Ciencias de la Computación de Rochester, codirector del Laboratorio de Interacción Humano-Computadora de Rochester y autor del estudio. IA entrenada para escuchar lo que otros no oyen Para lograr este avance, los científicos utilizaron modelos de inteligencia artificial conocidos como Wav2Vec 2.0, WavLM e ImageBind, capaces de convertir la voz en datos digitales complejos. Estos sistemas ya se usan para tareas como el reconocimiento de voz o la traducción automática, pero ahora se han adaptado para detectar enfermedades a partir de cambios imperceptibles en el habla. «Con el consentimiento de los usuarios, las interfaces basadas en el habla ampliamente utilizadas como Amazon Alexa o Google Home podrían ayudar potencialmente a las personas a identificar si necesitan buscar más atención», dijo Hoque. Lo novedoso es que no se entrenó con sonidos artificiales ni tareas clínicas forzadas, sino con grabaciones de personas diciendo la misma frase en distintos entornos: en casa, en clínicas o centros de cuidados. En total, el estudio analizó 1.854 grabaciones de 1.306 personas, de las cuales 392 tenían diagnóstico de Parkinson. La clave fue fusionar los datos que cada modelo entendía de la voz en un solo sistema más robusto, capaz de reconocer patrones comunes. Esta arquitectura híbrida logró un 88,9 % de precisión para detectar la enfermedad y superó a otros modelos anteriores. Además, demostró ser eficaz incluso en ambientes ruidosos o con micrófonos caseros. Detectar sin tocar: un modelo accesible y equitativo El nuevo enfoque rompe con la tradición médica de observar síntomas motores —temblores, rigidez, lentitud— para diagnosticar Parkinson. Esta IA no necesita observar al paciente ni usar sensores físicos, solo escucha. Y lo hace con una sensibilidad notable, incluso en personas con la enfermedad en fases iniciales o sin síntomas evidentes. «Estos grandes modelos de audio están entrenados para entender cómo funciona el habla; por ejemplo, la forma en que alguien con Parkinson pronuncia sonidos, hace una pausa, respira y agrega inadvertidamente características de ininteligibilidad es diferente en alguien sin Parkinson», dijo Abdelrahman Abdelkader, estudiante de maestría en ciencias de la computación en el laboratorio de Hoque y autor del estudio. Esta accesibilidad representa un cambio radical en el diagnóstico de Parkinson, sobre todo en regiones donde el acceso al neurólogo puede llevar años. Con una frase grabada desde un navegador web, el sistema analiza la voz y da un resultado orientativo. Aunque no sustituye al diagnóstico médico, puede alertar a quienes ni siquiera sospechan que tienen la enfermedad. Además, el sistema fue diseñado para funcionar igual de bien en mujeres, hombres, jóvenes y mayores, sin sesgos por edad o etnia. Eso lo convierte en una herramienta prometedora para poblaciones diversas y con menos representación en estudios clínicos tradicionales.
La construcción del Centro Espacial Nacional (CEN) en la Base Aérea de Cerrillos ha alcanzado un 85% de avance, marcando un hito clave para el desarrollo científico y tecnológico del país. Liderado por la Fuerza Aérea de Chile (FACH), este recinto será el primero del país dedicado a la fabricación de satélites y el procesamiento de información geoespacial, con su inauguración proyectada para diciembre de este año. El progreso de las obras fue inspeccionado en terreno por la ministra de Defensa Nacional, Adriana Delpiano, y el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aldo Valle, quienes destacaron el salto cualitativo que este centro representa para las capacidades de investigación y defensa de Chile. El proyecto, que se enmarca en la Política Nacional Espacial, comenzó su construcción en mayo de 2024 y promete posicionar a Chile como un actor relevante en el ámbito espacial. Un hub para la construcción de satélites y el desarrollo científico Con una superficie de 5.800 m², el Centro Espacial Nacional no solo será un edificio, sino un ecosistema de alta tecnología. En su interior albergará un Laboratorio de Desarrollo de Tecnologías Espaciales que incluye una «Sala Limpia» de 600 m². Este ambiente controlado, con niveles mínimos de partículas en suspensión, es fundamental para la fabricación de componentes sensibles y permitirá la construcción de siete satélites de 23 kg y un satélite de observación de la Tierra de aproximadamente 200 kg. La ministra Delpiano explicó la visión estratégica detrás del CEN: «Este será un centro de construcción de satélites de observación sobre la Tierra». Además, adelantó planes para una red nacional que incluirá un centro de satélites comunicacionales en el norte y otro en Punta Arenas, equipado con tecnología de radar para «ver bajo las nubes, bajo el humo, cuando la observación no es directa». Este enfoque integral busca conectar la capacidad espacial con otras áreas de fortaleza nacional, como la astronomía, aprovechando las ventajas geográficas y climáticas del país. Impulso a la economía, la innovación y el talento nacional Más allá de la construcción de satélites, el impacto del CEN se extenderá a la economía y la formación de capital humano. El ministro Aldo Valle afirmó que en este centro se desarrollarán «capacidades indispensables para el desarrollo nacional «, generando un impacto positivo en la investigación y la economía. «Este centro que pronto se inaugurará estará abierto a las universidades, a los centros de investigación y será un signo muy claro de la modernización del Estado», agregó. El CEN también contará con un Centro de Control de Misiones Espaciales para operar satélites de forma autónoma, un Laboratorio de Ciencia de Datos para procesar grandes volúmenes de información geoespacial, y un Laboratorio de Emprendimiento e Innovación. Según el director espacial de la FACH, general de brigada aérea Jaime Rivera, el objetivo es « desarrollar talento, retener talento que hoy día se está formando en las universidades y en los colegios». Este impulso apoyará industrias clave como la minería, la pesca y la agricultura, además de permitir el monitoreo de glaciares y el crecimiento urbano, consolidando el futuro de Chile en la nueva economía espacial.
Más de 10 millones de personas sufren a nivel mundial de la enfermedad de Parkinson (PD), cifra que se ha duplicado en los últimos 25 años según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta realidad es la que motiva al Dr. Patricio Arrué, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), a centrar su investigación en un método para diagnosticar de manera fácil este trastorno neurodegenerativo. El estudio, enmarcado en el Fondecyt de Iniciación «Evaluación de la desregulación autonómica dinámica en la enfermedad de Parkinson: desde la etapa prodrómica hasta las etapas severas», se inicia con el Sistema Nervioso Autónomo (SNA), responsable de regular muchas funciones involuntarias y vitales para el cuerpo, como controlar la frecuencia cardiaca, respirar, digerir, dilatación de las pupilas, entre muchas otras. Este sistema se ve afectado por el mal de Parkinson mucho antes de que aparezcan los conocidos « temblores», donde se suele diagnosticar, por lo que la investigación del Dr. Arrué busca cuantificar la desregulación del SNA siendo capaz de diagnosticar así tempranamente el Parkinson, evitando tal nivel de degradación cerebral. Según explica el académico, «este proyecto tiene como objetivo desarrollar y validar una nueva prueba objetiva para la detección temprana del Parkinson, la que cuantifica la interconexión cardíaco-motora y la dinámica de la frecuencia cardíaca durante un ejercicio físico rápido para medir la desregulación autonómica». El examen consistirá en un ejercicio rápido, sencillo, y físicamente poco demandante, mientras se registran datos biomecánicos y cardíacos : «Se utilizará un electrocardiograma y un giroscopio en los sujetos mientras realizan flexiones y extensiones rápidas y repetitivas del brazo durante 20 segundos. Se extraerá la frecuencia cardíaca y la función motora, ambas de forma dinámica, y se aplicarán métodos matemáticos y estadísticos, entre la que destaca la técnica de mapeo cruzado convergente (CCM) para cuantificar el grado de desregulación del sistema autónomo». Prediagnóstico en casa Este nuevo test resulta especialmente relevante para esta enfermedad que se caracteriza por la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas, ya que cuando se manifiestan los primeros temblores, aproximadamente el 50% de estas neuronas ya han muerto. En cambio, esta prueba podría detectar el deterioro neuronal en etapas mucho más tempranas, cuando la pérdida de estas neuronas se sitúa entre un 10% y un 20%, lo que abre la puerta a intervenciones preventivas, mejorando exponencialmente los efectos que tendrían las terapias, tratamientos y rehabilitaciones. «Esto mejora sustancialmente la calidad de vida que podrían llevar estos pacientes, y a eso apunta el futuro de la medicina: lograr predecir la enfermedad sin tener síntomas severos», puntualiza el académico. La popularización de los relojes inteligentes permite proyectar este trabajo, según explica el profesor, ya que se podría contar con una aplicación que, por medio de sensores mejorados, pueda tomar esta información y « prediagnosticarse en casa «.
Una frase sencilla que contiene todas las letras del abecedario — “The quick brown fox jumps over the lazy dog” El rápido zorro marrón salta sobre el perro perezoso — se ha convertido en la clave de una herramienta innovadora para detectar el Parkinson. El estudio, publicado en npj Parkinson’s Disease (2025), propone una forma sencilla y accesible de identificar esta enfermedad a partir del análisis de voz. Solo haría falta una grabación casera pronunciando esa frase. Lo más sorprendente es que esta frase breve puede encerrar pistas suficientes sobre cambios sutiles en el habla provocados por el Parkinson. La tecnología detrás del sistema analiza cómo se emite el sonido, los cambios de ritmo, la articulación y hasta las pausas. Según los autores, estos patrones revelan alteraciones neurológicas difíciles de percibir incluso para los médicos en etapas tempranas. La herramienta podría usarse desde casa con solo un portátil y una conexión a internet, algo especialmente relevante para quienes viven en zonas con pocos neurólogos. Por ejemplo, los autores mencionan que en países como Bangladesh hay menos de un especialista por cada millón de habitantes. «Hay grandes franjas de los Estados Unidos y en todo el mundo donde el acceso a la atención neurológica especializada es limitado», dijo Ehsan Hoque, profesor del Departamento de Ciencias de la Computación de Rochester, codirector del Laboratorio de Interacción Humano-Computadora de Rochester y autor del estudio. IA entrenada para escuchar lo que otros no oyen Para lograr este avance, los científicos utilizaron modelos de inteligencia artificial conocidos como Wav2Vec 2.0, WavLM e ImageBind, capaces de convertir la voz en datos digitales complejos. Estos sistemas ya se usan para tareas como el reconocimiento de voz o la traducción automática, pero ahora se han adaptado para detectar enfermedades a partir de cambios imperceptibles en el habla. «Con el consentimiento de los usuarios, las interfaces basadas en el habla ampliamente utilizadas como Amazon Alexa o Google Home podrían ayudar potencialmente a las personas a identificar si necesitan buscar más atención», dijo Hoque. Lo novedoso es que no se entrenó con sonidos artificiales ni tareas clínicas forzadas, sino con grabaciones de personas diciendo la misma frase en distintos entornos: en casa, en clínicas o centros de cuidados. En total, el estudio analizó 1.854 grabaciones de 1.306 personas, de las cuales 392 tenían diagnóstico de Parkinson. La clave fue fusionar los datos que cada modelo entendía de la voz en un solo sistema más robusto, capaz de reconocer patrones comunes. Esta arquitectura híbrida logró un 88,9 % de precisión para detectar la enfermedad y superó a otros modelos anteriores. Además, demostró ser eficaz incluso en ambientes ruidosos o con micrófonos caseros. Detectar sin tocar: un modelo accesible y equitativo El nuevo enfoque rompe con la tradición médica de observar síntomas motores —temblores, rigidez, lentitud— para diagnosticar Parkinson. Esta IA no necesita observar al paciente ni usar sensores físicos, solo escucha. Y lo hace con una sensibilidad notable, incluso en personas con la enfermedad en fases iniciales o sin síntomas evidentes. «Estos grandes modelos de audio están entrenados para entender cómo funciona el habla; por ejemplo, la forma en que alguien con Parkinson pronuncia sonidos, hace una pausa, respira y agrega inadvertidamente características de ininteligibilidad es diferente en alguien sin Parkinson», dijo Abdelrahman Abdelkader, estudiante de maestría en ciencias de la computación en el laboratorio de Hoque y autor del estudio. Esta accesibilidad representa un cambio radical en el diagnóstico de Parkinson, sobre todo en regiones donde el acceso al neurólogo puede llevar años. Con una frase grabada desde un navegador web, el sistema analiza la voz y da un resultado orientativo. Aunque no sustituye al diagnóstico médico, puede alertar a quienes ni siquiera sospechan que tienen la enfermedad. Además, el sistema fue diseñado para funcionar igual de bien en mujeres, hombres, jóvenes y mayores, sin sesgos por edad o etnia. Eso lo convierte en una herramienta prometedora para poblaciones diversas y con menos representación en estudios clínicos tradicionales.
La construcción del Centro Espacial Nacional (CEN) en la Base Aérea de Cerrillos ha alcanzado un 85% de avance, marcando un hito clave para el desarrollo científico y tecnológico del país. Liderado por la Fuerza Aérea de Chile (FACH), este recinto será el primero del país dedicado a la fabricación de satélites y el procesamiento de información geoespacial, con su inauguración proyectada para diciembre de este año. El progreso de las obras fue inspeccionado en terreno por la ministra de Defensa Nacional, Adriana Delpiano, y el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aldo Valle, quienes destacaron el salto cualitativo que este centro representa para las capacidades de investigación y defensa de Chile. El proyecto, que se enmarca en la Política Nacional Espacial, comenzó su construcción en mayo de 2024 y promete posicionar a Chile como un actor relevante en el ámbito espacial. Un hub para la construcción de satélites y el desarrollo científico Con una superficie de 5.800 m², el Centro Espacial Nacional no solo será un edificio, sino un ecosistema de alta tecnología. En su interior albergará un Laboratorio de Desarrollo de Tecnologías Espaciales que incluye una «Sala Limpia» de 600 m². Este ambiente controlado, con niveles mínimos de partículas en suspensión, es fundamental para la fabricación de componentes sensibles y permitirá la construcción de siete satélites de 23 kg y un satélite de observación de la Tierra de aproximadamente 200 kg. La ministra Delpiano explicó la visión estratégica detrás del CEN: «Este será un centro de construcción de satélites de observación sobre la Tierra». Además, adelantó planes para una red nacional que incluirá un centro de satélites comunicacionales en el norte y otro en Punta Arenas, equipado con tecnología de radar para «ver bajo las nubes, bajo el humo, cuando la observación no es directa». Este enfoque integral busca conectar la capacidad espacial con otras áreas de fortaleza nacional, como la astronomía, aprovechando las ventajas geográficas y climáticas del país. Impulso a la economía, la innovación y el talento nacional Más allá de la construcción de satélites, el impacto del CEN se extenderá a la economía y la formación de capital humano. El ministro Aldo Valle afirmó que en este centro se desarrollarán «capacidades indispensables para el desarrollo nacional «, generando un impacto positivo en la investigación y la economía. «Este centro que pronto se inaugurará estará abierto a las universidades, a los centros de investigación y será un signo muy claro de la modernización del Estado», agregó. El CEN también contará con un Centro de Control de Misiones Espaciales para operar satélites de forma autónoma, un Laboratorio de Ciencia de Datos para procesar grandes volúmenes de información geoespacial, y un Laboratorio de Emprendimiento e Innovación. Según el director espacial de la FACH, general de brigada aérea Jaime Rivera, el objetivo es « desarrollar talento, retener talento que hoy día se está formando en las universidades y en los colegios». Este impulso apoyará industrias clave como la minería, la pesca y la agricultura, además de permitir el monitoreo de glaciares y el crecimiento urbano, consolidando el futuro de Chile en la nueva economía espacial.
Más de 10 millones de personas sufren a nivel mundial de la enfermedad de Parkinson (PD), cifra que se ha duplicado en los últimos 25 años según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta realidad es la que motiva al Dr. Patricio Arrué, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), a centrar su investigación en un método para diagnosticar de manera fácil este trastorno neurodegenerativo. El estudio, enmarcado en el Fondecyt de Iniciación «Evaluación de la desregulación autonómica dinámica en la enfermedad de Parkinson: desde la etapa prodrómica hasta las etapas severas», se inicia con el Sistema Nervioso Autónomo (SNA), responsable de regular muchas funciones involuntarias y vitales para el cuerpo, como controlar la frecuencia cardiaca, respirar, digerir, dilatación de las pupilas, entre muchas otras. Este sistema se ve afectado por el mal de Parkinson mucho antes de que aparezcan los conocidos « temblores», donde se suele diagnosticar, por lo que la investigación del Dr. Arrué busca cuantificar la desregulación del SNA siendo capaz de diagnosticar así tempranamente el Parkinson, evitando tal nivel de degradación cerebral. Según explica el académico, «este proyecto tiene como objetivo desarrollar y validar una nueva prueba objetiva para la detección temprana del Parkinson, la que cuantifica la interconexión cardíaco-motora y la dinámica de la frecuencia cardíaca durante un ejercicio físico rápido para medir la desregulación autonómica». El examen consistirá en un ejercicio rápido, sencillo, y físicamente poco demandante, mientras se registran datos biomecánicos y cardíacos : «Se utilizará un electrocardiograma y un giroscopio en los sujetos mientras realizan flexiones y extensiones rápidas y repetitivas del brazo durante 20 segundos. Se extraerá la frecuencia cardíaca y la función motora, ambas de forma dinámica, y se aplicarán métodos matemáticos y estadísticos, entre la que destaca la técnica de mapeo cruzado convergente (CCM) para cuantificar el grado de desregulación del sistema autónomo». Prediagnóstico en casa Este nuevo test resulta especialmente relevante para esta enfermedad que se caracteriza por la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas, ya que cuando se manifiestan los primeros temblores, aproximadamente el 50% de estas neuronas ya han muerto. En cambio, esta prueba podría detectar el deterioro neuronal en etapas mucho más tempranas, cuando la pérdida de estas neuronas se sitúa entre un 10% y un 20%, lo que abre la puerta a intervenciones preventivas, mejorando exponencialmente los efectos que tendrían las terapias, tratamientos y rehabilitaciones. «Esto mejora sustancialmente la calidad de vida que podrían llevar estos pacientes, y a eso apunta el futuro de la medicina: lograr predecir la enfermedad sin tener síntomas severos», puntualiza el académico. La popularización de los relojes inteligentes permite proyectar este trabajo, según explica el profesor, ya que se podría contar con una aplicación que, por medio de sensores mejorados, pueda tomar esta información y « prediagnosticarse en casa «.